Si pensás en LinkedIn como un lugar para subir tu currículum, estás desaprovechando una de las herramientas más potentes para posicionarte profesionalmente. Especialmente si sos CEO, socio, o liderás un equipo, tu presencia en LinkedIn no solo impacta en tu imagen personal: también construye confianza hacia tu marca. En esta nota te contamos cómo transformar tu perfil de LinkedIn en una verdadera vidriera profesional que trabaje por vos.
1. Tu perfil no es tu currículum
Uno de los errores más comunes es replicar en LinkedIn lo mismo que está en un archivo PDF de CV. Pero LinkedIn no es una base de datos de trabajo, es una red viva, donde las personas buscan a otras por lo que comunican, no solo por lo que hicieron.
Cómo evitarlo:
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Redactá tu sección “Acerca de” como si contaras qué hacés a un potencial socio
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Usá frases en primera persona, pero con foco en impacto y visión, no en tareas
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Agregá logros medibles, pero también perspectivas
2. La foto y el banner sí importan
Muchos perfiles descuidan su imagen. Pero en LinkedIn, la percepción es realidad. Una foto profesional y un banner bien pensado dicen mucho sin palabras.
Cómo evitarlo:
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Usá una foto actual, con fondo neutro, bien iluminada
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El banner debe comunicar a qué te dedicás o qué te diferencia (sin ser invasivo)
3. Publicar no es opcional
Podés tener un gran perfil, pero si no generás contenido, quedás invisible. No se trata de cantidad, sino de consistencia.
Cómo evitarlo:
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Publicá al menos una vez por semana
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Usá tu experiencia para contar ideas, opiniones o aprendizajes
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Comentá contenido relevante para aumentar visibilidad
Conclusión
LinkedIn no es un lujo ni una obligación. Es una herramienta real de posicionamiento, especialmente para quienes lideran negocios o equipos. Tener un perfil optimizado es el primer paso. Usarlo con estrategia, el segundo.
